Esto es lo que llaman la tormenta perfecta.
A pesar de lo espectacular de la tormenta solo dejó unos 12 l/m2... nada espectacular. Lo que sí dejó fue más de 40 heridos y unas imágenes típicas de películas como 2012.
jueves, 12 de agosto de 2010
jueves, 8 de julio de 2010
No me gusta el fútbol pero...
Bueno, bueno...
cualquiera diría que había abandonado todo esto y tampoco le faltaría buena parte de razón.
Salvo el cambio de diseño y alguna que otra eliminación de cosillas poco más añadí durante más de medio año.
Un montón de cosas han cambiado en estos meses y para bien; al menos ahora me encuentro mucho mejor que cuando escribí la última entrada.
En todo este tiempo estuve muchas veces tentado a escribir. Han pasado muchas cosas que te ponen de mala leche y otras cuantas que hacen todo lo contrario, pero... la verdad... me entraba pereza. Comenzaba a escribir algo y después no me gustaba así que no lo publicaba. Pero bueno, la sequía se acabó y aunque cuesta arrancar, en este momento "le doy al contacto" y arranco.
No me gusta el fútbol.
Y digo esto porque nunca me he sentido motivado por él. Creo que con el único partido que disfruté fué con aquel "España-Malta" y con su resultado "12-1". Algún que otro intento de disfrute (siempre con los partidos de la selección española) solían acabar como acababan... para qué decir más.
El pasado miércoles vi el partido completo que enfrentaban a Alemania y a España y que llevaron a esta última a jugar, por primera vez en su historia, una final del Mundial.
Sí. Este ha sido el único partido que vi de este mundial y el primero desde hace muchos años.
Reconozco que mi confianza en la selección fue prácticamente nula hasta entonces y todo esto a pesar de la euforia con la que el resto de los mortales españoles lo estaban viviendo.
Ahora tampoco es que me vaya a poner eufórico -el fútbol sigue sin apasionarme- pero hay que reconocer que lo que se va a vivir el próximo domingo pasará a la historia de este país.
Algunos dicen que con la cantidad de problemas que estamos viviendo es casi vergonzoso que nos pongamos a celebrar algo así, pero creo que es precisamente eso lo que hace que esto se viva de una forma un poco más especial.
Cualquier cosa es buena para llevar una sonrisa a la gente.
Quien tiene sed disfruta mucho más un vaso de agua fresca, ¿no?.
cualquiera diría que había abandonado todo esto y tampoco le faltaría buena parte de razón.
Salvo el cambio de diseño y alguna que otra eliminación de cosillas poco más añadí durante más de medio año.
Un montón de cosas han cambiado en estos meses y para bien; al menos ahora me encuentro mucho mejor que cuando escribí la última entrada.
En todo este tiempo estuve muchas veces tentado a escribir. Han pasado muchas cosas que te ponen de mala leche y otras cuantas que hacen todo lo contrario, pero... la verdad... me entraba pereza. Comenzaba a escribir algo y después no me gustaba así que no lo publicaba. Pero bueno, la sequía se acabó y aunque cuesta arrancar, en este momento "le doy al contacto" y arranco.
No me gusta el fútbol.
Y digo esto porque nunca me he sentido motivado por él. Creo que con el único partido que disfruté fué con aquel "España-Malta" y con su resultado "12-1". Algún que otro intento de disfrute (siempre con los partidos de la selección española) solían acabar como acababan... para qué decir más.
El pasado miércoles vi el partido completo que enfrentaban a Alemania y a España y que llevaron a esta última a jugar, por primera vez en su historia, una final del Mundial.
Sí. Este ha sido el único partido que vi de este mundial y el primero desde hace muchos años.
Reconozco que mi confianza en la selección fue prácticamente nula hasta entonces y todo esto a pesar de la euforia con la que el resto de los mortales españoles lo estaban viviendo.
Ahora tampoco es que me vaya a poner eufórico -el fútbol sigue sin apasionarme- pero hay que reconocer que lo que se va a vivir el próximo domingo pasará a la historia de este país.
Algunos dicen que con la cantidad de problemas que estamos viviendo es casi vergonzoso que nos pongamos a celebrar algo así, pero creo que es precisamente eso lo que hace que esto se viva de una forma un poco más especial.
Cualquier cosa es buena para llevar una sonrisa a la gente.
Quien tiene sed disfruta mucho más un vaso de agua fresca, ¿no?.
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