Ha pasado poco más de un mes desde mi último comentario por aquí.
Por fin los asturianos nos hemos quitado de encima la pesadilla "foril" y tenemos nuevo gobierno que, por supuesto, no nos garantiza liberarnos de las pesadillas pero, al menos, da una cierta normalidad a todo esto que está montado.
Por otro lado tenemos a la famosa prima, prima que son como esas que conoces cuando llega un funeral y te enteras que hay más familia, además de la que ya conocías de toda la vida. Nuestra famosa prima ya supera con ganas los 500 -y no precisamente de años-.
Por otro lado está lo de Bankia...
Pero podemos estar tranquilos. Aquí no pasa nada.
No tiene nada de malo saber que estamos rodeados de mierda hasta el cuello, incluso más arriba si cabe.
Hay momentos en que la rabia te lleva a pensar cosas que son delito, aunque claro está, son delito. No sé, apetecería ponerse a quemar una sucursal de una de estas cajas que forman eso de Bankia... rajarle las ruedas al coche del señor Rato... o darse de baja absolutamente de todo.
Los de Hidroeléctrica del Cantábrico nos preparan un regalo de cara al final de la primavera. El próximo recibo de la luz nos traerá sorpresas y, por supuesto, nada agradables. Seguro que ese momento apetecerá descolgar el teléfono y cagarse en la puta madre que parió a la persona que está al otro lado... persona que seguro tendrá una mierda de contrato y cuyo recibo de la luz también vendrá con sorpresa desagradable.
¿Es posible estar rodeado de tanta mierda?. Pues sí y, lo que es peor, seguro que esto es un iceberg... la mierda que vemos es nada comparado con lo que hay debajo y todavía, para colmo, seguimos escuchando que la culpa de todo esto es de todos nosotros. Aunque mirándolo bien, igual hasta tienen razón y es culpa de todos por no haberse puesto a apedrear sucursales bancarias por cobrarnos comisiones por todo cuando nos han obligado a domiciliar todo y que sea imposible vivir sin tener una cuenta en esos antros de ladrones... igual hasta tienen razón por no habernos quedado en nuestras casas el día de unas elecciones e ir a tirarles huevos a los parlamentarios el día en que van a estrenar sus asientos... igual tienen razón por no haber dejado nuestro dinero en los bancos de nuestros abuelos; sí, aquellos que estaban debajo del colchón o detrás de un ladrillo en una de las paredes de nuestra casa... igual tienen razón por habernos creído tantas y tantas mentiras de economistas... tantas y tantas y tantas mentiras que ya, otra más, parece no tener importancia.
Y cuando tenemos la casa llena de mierda, ¿qué podemos hacer?. Lo primero, sin duda, ponerse a limpiarla y tirar a la basura todo aquello de huele a podre. Pero, ¿y si la casa tiene la mierda hasta en los cimientos?, ¿y si los cimientos son auténtica mierda?.
No sé si al final el 15M acabará en algo más concreto, pero somos millones de españoles, millones de europeos, millones de seres humanos de todo el planeta que están, que estamos esperando algo de todo esto. La indignación ya no es indignación, es puro cabreo... y estamos esperando a que alguien saque de la cárcel a quien robó la gallina y meta en ella al que robó el camión de gallinas y montó su propio negocio y que le acompañe el que le dio los permisos y el que le prestó el dinero para ello.
Mañana tendremos más sorpresas y pasado, algunas más -es viernes y hay consejo de ministros-. Mañana nos joderán otro poco pero tranquilos, que el viernes nos joderán un poco más.
