sábado, 14 de abril de 2012

Casi dos años después...

vuelvo de nuevo a escribir en estas cuatro esquinas.
Casi dos años de abandono han llenado de mierda, ya no solo las esquinas, sino el resto del planeta.


El mundo en este tiempo ha cambiado mucho... ¡y lo que le queda!.

Vivimos en un mundo en el que si robas una gallina te meten en la cárcel y si robas un camión de gallinas te dan ayudas para montar una granja.

No cabe duda de que el fin del mundo está próximo. Si con el fin del comunismo los ladrones que gobiernan los países nos mintieron haciéndonos creer que todo iría a mejor y que ahora serían los musulmanes los malos de la película, llegamos al momento en el que el capitalismo hace lo que siempre se le ha dado mejor: deborar todo lo que le rodea.
¿Qué valor tienen ahora las constituciones de los supuestos países democráticos?, ¿para qué sirven unas elecciones si los gobiernos que pueden salir de ellas no solo no gobiernan sino que están subordinados, ya descaradamente, a quienes realmente nos gobiernan. Si nunca me creí aquello de que la soberanía recae en el pueblo ahora ya estoy seguro de que vivimos en democracias anticonstitucionales y son los mercados y los políticos que estos se encargan de colocar quienes realmente tienen la soberanía.

Lo que tenga que venir vendrá sin duda alguna. Aquello que decía Obama en 2008 de refundar el capitalismo es imposible... ahora comprendo muchas cosas de la historia de los últimos años... desde quién ganó la II Guerra Mundial, pasando por la democrácia orgánica de Franco, la Unión Europea y el euro, el porqué Cuba sí y China no y acabando con la rápida expansión de los móviles e internet, por poner solo algunos ejemplos.

El planeta que nos rodea es una joya pero los humanos somos el peor cáncer del planeta. Unos pocos individuos deboran a los demás sin darse cuenta de que acabaran deborándose entre ellos. Una posible solución a la crisis es aplicar la quimiterapia a los mercados y sus títeres...




1 comentario:

Anónimo dijo...

que bien escribes fíu :-) rulyto