Otra vuelta más

El Gobierno de España decidió en el día de hoy dar marcha atrás y volver a los tristes años en los que el gobierno de turno hacía suya la radiotelevisión pública nacional.
TVE nació durante la dictadura franquista como un invento en el que pocos creían y al que no se le daba demasiada importancia; con los años, descubrieron que podía influir en los ciudadanos y comenzaron a manejarla según quienen controlaban el poder político en cada momento... desde el Opus hasta los más aperturistas del régimen se fueron sucediendo. Con la democracia continuó la misma historia. RTVE era demasiado importante y salvo al final del gobierno de UCD la cosa siguió más o menos igual que durante la dictadura.
La llegada de los socialistas, en 1982, hacía prometer cambios pero los gobiernos del PSOE siguieron utilizando RTVE para su propio beneficio. En 1996 el PP llega al poder y más de lo mismo.
Sólo durante la legislatura socialista de Zapatero, en su última etapa, se da libertad al ente público y eran necesarios los votos de las 3/4 partes del Parlamento para elegir al presidente del ente. Con esto se impedía que fuera el gobierno de turno quien colocara a su títere al frente del grupo... pero esto ha pasado a la historia.
El gobierno del Partido Popular ha dado una vuelta más en los recortes de las libertades (vueltas que se llevan dando desde hace muchos años con gobiernos del PSOE incluídos)y volvemos a lo que ha sido lo habitual en este país de pandereta... el gobierno colocará a su marioneta particular y seguro que veremos de nuevo a alguno de Intereconomía haciendo cosas muy serias en RTVE; vamos, que volveremos a ver al Opus haciendo de la suyas.
Quien manda manda.

Si en 1981 el papel del Rey fue tan importante para evitar que la dictadura volviera, es hora ahora de que el Rey o su heredero vuelva a demostrar que creen en eso que dice que la soberanía recae en el pueblo. Vivimos la democracia orgánica de los mercados, la democracia orgánica de los ricos... la democracia de los que ganan cuando las vacas son gordas y cuando son flacas también, porque para la inmensa mayoría de los soberanos las vacas siempre han sido flacas aunque siempre seamos los culpables de todo y quienes tengamos que pagar por ello; vamos, como el pollo y su culpabilidad en aquellos años de inflación con dos dígitos.